ESPAÑA SE RETIRA DE EUROVISIÓN 2026: UNA DECISIÓN QUE HABLA MÁS ALTO QUE CUALQUIER CANCIÓN

España ha dicho “hasta aquí” y se retira de Eurovisión 2026. Y no porque haya falta de candidatos, ni porque andemos sin voz, ni porque nos falten ganas de fiesta, sino por algo mucho más serio: la organización del festival ha decidido permitir la participación de Israel pese a la situación internacional actual, y RTVE ha elegido no formar parte del espectáculo bajo esas circunstancias.

Sí, lo que parecía imposible ha pasado. España, uno de los países históricos, se cae del cartel y se borra de la retransmisión. Nada de gala, nada de comentaristas, nada de votos. Y el gesto no es pequeño: cuando un país abandona uno de los eventos televisivos más potentes del año, está diciendo algo.

Porque aquí no estamos hablando de música, sino de principios. RTVE entiende que no puede poner su sello en un festival que va a seguir adelante como si nada con Israel en emisión, sin tener en cuenta la polémica política y humanitaria que rodea al país. Y podemos estar más o menos a favor, pero la postura es clara: no todo vale por espectáculo.

Y ojo, que esto no es una rabieta improvisada. España llevaba semanas avisando de que la participación estaba condicionada por esta decisión. Al confirmarse que Israel estará presente, la retirada se ha activado de forma fulminante.

¿Perdemos algo? Claro que sí. España sin Eurovisión se siente rarísimo. Un sábado sin memes, sin apuestas, sin indignación porque “no nos votan”, sin momento karaoke nacional… Pero a veces toca elegir qué pesa más: la tradición o la coherencia.

El festival seguirá, sí. Pero España, en esta ocasión, ha preferido hacerse escuchar desde el silencio. Y, sorprendentemente, el mensaje suena más fuerte que cualquier nota en el escenario.