KIKO RIVERA NOS SORPRENDE CON SU NUEVO PROYECTO: «OS CUENTO LA VERDAD PORQUE SI NO REVIENTO»

Kiko Rivera lo ha vuelto a hacer. Cuando creíamos que ya lo habíamos visto todo del hijo más mediático de Isabel Pantoja, va y nos sorprende con un giro profesional que nadie esperaba. Y no, esta vez no va de DJ, ni de realities, ni siquiera de dramas familiares en prime time. Ahora, Kiko se lanza de cabeza a la inteligencia artificial. Sí, como lo lees.

El artista ha creado un alter ego completamente digital llamado D-Luz, y no es simplemente un avatar bonito con autotune: es una nueva identidad con la que pretende canalizar su creatividad y dar rienda suelta a todo lo que no puede (o no quiere) mostrar como Kiko Rivera. Según él, es su vía de escape, su “otra versión” con la que se siente más libre para experimentar musicalmente y expresarse sin filtros.

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Este nuevo personaje viene acompañado de música, videoclips y una estética futurista que podría situarlo entre lo experimental y lo cyberurbano. Una especie de híbrido entre DJ, productor y personaje digital que, para sorpresa de muchos, parece bastante trabajado. Nada de chapuzas improvisadas: D-Luz llega con una identidad definida y la intención clara de quedarse.

Pero, ¿es una forma de huir del pasado o una manera de reinventarse en serio? Porque si algo ha demostrado Kiko a lo largo de los años es que sabe cómo volver a empezar (aunque a veces lo haga en modo caótico). Esta vez, parece que se lo está tomando en serio. No hay rastro de polémicas, dramas ni entrevistas llorando en platós. Solo música, un proyecto digital bien montado y la intención de conectar con una nueva audiencia.

¿Estamos ante el renacimiento artístico de Kiko Rivera o ante un experimento que se quedará en curiosidad de verano? Sea como sea, hay que reconocerle el mérito: no todos los famosos se atreven a meterse de lleno en el mundo de la inteligencia artificial para dar un paso más allá en su carrera. Y lo mejor es que, por primera vez en mucho tiempo, la conversación no va de su familia, sino de su trabajo. Y eso, sinceramente, ya es un plot twist en sí mismo.