ROCÍO FLORES Y ROCÍO CARRASCO CARA A CARA EN EL JUZGADO TRAS 13 AÑOS SIN VERSE

Lo que parecía imposible ha sucedido: Rocío Flores y Rocío Carrasco, madre e hija, se han reencontrado tras trece años de distanciamiento. Y no ha sido en un momento familiar ni en un intento de reconciliación, sino en un entorno tan tenso como un juzgado, donde ambas coincidieron este lunes en Madrid.

¿POR QUÉ ESTABAN ALLÍ?

Todo parte de una denuncia presentada por Rocío Flores contra la productora responsable del famoso documental de su madre. La hija de Rocío Carrasco considera que en ese contenido se vulneraron sus derechos y decidió llevar el caso ante la justicia. En este proceso, Rocío Carrasco ha sido citada como testigo, al ser parte directa del documental que tanta polémica generó.

UN ENCUENTRO CARGADO DE TENSIÓN

El cara a cara se produjo en la Audiencia Provincial de Madrid, en un ambiente donde el silencio y la frialdad fueron los grandes protagonistas. Tras más de una década sin mirarse a los ojos, madre e hija coincidieron en la misma sala sin dirigirse la palabra ni intercambiar un solo gesto. No hubo saludo, ni miradas, ni un mínimo atisbo de acercamiento.

Fuentes presentes en el lugar describen el momento como gélido, con ambas manteniendo las distancias en todo momento y evitando cualquier contacto. Al terminar, Rocío Flores abandonó el juzgado visiblemente afectada, sin poder contener las lágrimas ante la presión del momento vivido.

TRECE AÑOS SIN CONTACTO

Este reencuentro forzado supone el primer cruce entre madre e hija desde hace trece años, cuando la relación entre ambas se rompió de manera definitiva tras un pasado marcado por conflictos familiares y decisiones judiciales. Desde entonces, no habían vuelto a coincidir cara a cara, ni siquiera durante los momentos más mediáticos del documental que removió los cimientos del clan Mohedano.

¿Y AHORA QUÉ?

El proceso judicial sigue su curso y este inesperado reencuentro en los tribunales no parece haber acercado posturas entre Rocío y su hija. Lo que está claro es que este episodio añade un nuevo capítulo a una historia familiar marcada por el dolor, el distanciamiento y los focos mediáticos.