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¿SPF QUE NO TE DEJA BLANCA NI PEGAJOSA? APÚNTATE ESTE NOMBRE

Vamos a decirlo ya, sin rodeos: el SPF debería tener el mismo estatus que tu gloss favorito. Ese que va contigo a todas partes, que te reaplicas en la terraza del bar, en el metro o en medio de una story sin pudor. ¿Y si el protector solar fuera igual de cool?

Esta es la idea detrás del nuevo grito de guerra beauty: #SPFCHECK. Y, ojo, no lo lanza cualquier mindundi: viene con sello coreano y espíritu millennial. La propuesta es clara: protegerse del sol no tiene por qué ser aburrido, ni espeso, ni dejarte la cara como Casper.

MiiN Cosmetics, sí, las mismas que llevan años acercando la cosmética coreana a nuestras estanterías sin hacernos hipotecar la casa, se han propuesto que usemos protector solar todos los días del año. Como si fuera un paso más de nuestra rutina, como si fuera… bueno, una declaración de intenciones.

EL NUEVO ACCESORIO INVISIBLE

Ya no estamos en 2003, el sol pega más fuerte que nuestros ex en nuestra autoestima, y la piel, si la quieres luminosa y con ese efecto glass skin, necesita cariño. Y SPF. Mucho SPF. Pero no cualquier cosa. Hablamos de texturas ligeras, con acabados que no arruinan el maquillaje (al contrario, lo mejoran), y fórmulas tan agradables que apetece aplicarlas más de una vez al día.

¿Ejemplos? Desde el Aloe-Lujah Sunscreen Serum que refresca como si te hubieras tirado a una piscina coreana de aloe, hasta el I’M Aqua Sun Essence, que resiste sudores, dramas y días de terraceo eterno. También hay opciones para pieles sensibles, con CICA, ceramidas, y nombres tan largos como eficaces. ¿Lo mejor? No parece que lleves nada. Pero tu piel lo nota.

SPF COMO GESTO DE ESTILO

Decir que usas SPF diario no es solo un acto de autocuidado, también es un mood. Un “yo me quiero tanto que me protejo del sol incluso cuando está nublado y voy en el metro”. Un “me cuido, pero sin complicaciones”.

Y, seamos sinceras: ¿cuántas veces hemos pensado que el protector solar era solo para la playa? Error de principiante. El sol está siempre ahí. En la calle, en la oficina, en ese reflejo traicionero que te achicharra la cara mientras comes sushi en una terraza de moda.

Así que ya sabes: si vas a salir de casa con pintalabios y gafas de sol, el SPF no puede quedarse fuera. Porque este verano (y todos los demás), you’re too cool to burn.

(S)TALKEANDO