MICHU, EX DE JOSE FERNANDO, FALLECE A LOS 33 AÑOS

Michu, ex pareja de José Fernando Ortega y madre de su única hija, ha fallecido a los 33 años en su casa de Sanlúcar de Barrameda. La noticia ha causado gran conmoción en su entorno y en la familia Ortega Cano, con quien mantenía una relación marcada por altibajos pero también por la unión en torno a su hija.

Desde muy joven, Michu convivió con una enfermedad cardíaca congénita que condicionó su vida. Fue operada en 2018 para retrasar un trasplante de corazón que tenía pendiente, y se le reconoció una discapacidad del 38 %. En los últimos años, había intentado mantenerse alejada del foco mediático, centrada en su trabajo y en la crianza de su hija, la única nieta de Ortega Cano.

Su muerte, que ha sido un duro golpe para su familia y conocidos, se investiga como un fallecimiento natural ligado a su delicado estado de salud. Deja a una niña de siete años huérfana de madre y a su entorno roto de dolor.

Michu será recordada por su lucha constante frente a sus problemas de salud y por su dedicación a su hija, con quien formaba un vínculo muy estrecho. Su pérdida deja un vacío irreparable en la familia Ortega.

En lo personal, Michu vivió una historia mediática y sentimental marcada por la inestabilidad. Su relación con José Fernando —hijo de Ortega Cano y Rocío Jurado— fue tan intensa como tormentosa. Se conocieron en 2013, atravesaron idas y vueltas, y juntos fueron padres de Rocío en 2017. Aunque su vínculo terminó hace tiempo, ella siempre defendió su rol como madre, incluso en los momentos más delicados de la familia Ortega.

Pese a los conflictos del pasado, en los últimos tiempos Michu había logrado cierta estabilidad. Se dedicaba al mundo de la cosmética como consultora de belleza y había mejorado su relación con la familia de su expareja, especialmente con Gloria Camila, con quien limó asperezas por el bien de la pequeña.

La noticia de su fallecimiento deja múltiples incógnitas sobre el futuro de su hija y sobre cómo impactará esta pérdida en el entorno familiar. José Fernando, alejado del foco mediático y centrado en su proceso de recuperación, no se ha pronunciado públicamente, pero su círculo más cercano está completamente volcado en la niña, que ahora queda al cuidado de su padre y los abuelos.

El entorno de Michu está desolado. La joven sanluqueña, a pesar de los titulares y polémicas, era muy querida por su gente, y en su última etapa había optado por una vida tranquila y familiar, lejos de los platós.

Una vida breve pero intensa, marcada por el amor, la maternidad, y una lucha constante contra su propia salud. Descanse en paz.