El misterio sobre la ruptura profesional entre Andy y Lucas podría tener por fin una explicación. Y la encargada de revelarla ha sido Marta Riesco, que ha contado en «no somos nadie» el supuesto motivo que habría dinamitado la amistad de uno de los dúos más populares del pop español: una infidelidad.
EL ORIGEN DEL CONFLICTO
Según ha explicado Marta Riesco, todo se remonta a hace unos años, cuando Lucas habría mantenido un romance con la mujer del productor del grupo. Una situación que, según la periodista, marcó un antes y un después en la relación entre los dos artistas gaditanos.
Hasta ahora, el distanciamiento entre ambos se había atribuido a “diferencias personales y profesionales”, pero la revelación de Riesco ha cambiado por completo la narrativa.
UN SECRETO QUE SALE A LA LUZ
La reportera asegura que esta historia era conocida en el entorno más cercano de los artistas, pero nunca se había hecho pública. “Esa fue la verdadera razón por la que su relación empezó a romperse», habría contado Marta Riesco, que no ha dudado en señalar este episodio como el punto de inflexión del dúo.
El comentario ha generado un auténtico terremoto mediático, ya que los fans de Andy y Lucas nunca imaginaron que detrás de su distanciamiento existiera una traición sentimental.
EL SILENCIO DE LOS PROTAGONISTAS
Por el momento, Andy y Lucas no se han pronunciado sobre estas declaraciones. En los últimos meses, ambos habían evitado dar detalles sobre su relación personal, limitándose a reconocer que “cada uno ha seguido su camino”.
Las palabras de Marta Riesco podrían reabrir viejas heridas, sobre todo después de que el grupo anunciara su separación definitiva hace tan solo unas semanas.
UNA HISTORIA QUE PROMETE MÁS CAPÍTULOS
Mientras las redes hierven con teorías y reacciones, la periodista asegura tener más información sobre lo ocurrido. Y si algo ha dejado claro, es que esta historia no ha terminado.
Conociendo a Marta Riesco, probablemente esto sea solo el principio de un nuevo culebrón mediático que promete dar mucho de qué hablar.


 
                