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LA FAMILIA DE LA TELE NO LEVANTA CABEZA: AUDIENCIAS BAJO MINIMOS PESE A LOS CAMBIOS

Lo intentaron con nuevas secciones, con platós más luminosos, con fichajes sorpresa y hasta con giros de última hora en escaleta. Pero nada parece funcionar. 

La Familia de la Tele, el magacín diario de La 1 que aterrizó con promesas de cercanía y actualidad, sigue sin convencer a la audiencia. Y los datos hablan por sí solos.

Ni los cambios de contenido, ni los reajustes de tono, ni los fichajes improvisados han logrado frenar la caída: el programa continúa por debajo de los dos dígitos de share, lejos de sus competidores y muy por debajo de lo que se esperaba para un formato que nació como la gran apuesta de entretenimiento en directo para la franja de tarde.

CAMBIOS DE ÚLTIMA HORA QUE NO DESPEGAN

La estrategia ha sido clara: reformular constantemente para evitar el naufragio. En las últimas semanas, el espacio ha sufrido una reestructuración en secciones, contenidos e incluso presentadores. Se han incluido tramos más ágiles, reportajes sociales y hasta momentos de humor improvisado, todo con el objetivo de conectar con un público que, por ahora, sigue sin responder.

Además, se han incorporado fichajes conocidos, con la esperanza de dar aire al equipo y atraer a espectadores fieles desde otros formatos. Pero ni la novedad ni la familiaridad parecen ser suficiente en un panorama televisivo donde la competencia es feroz y el zapping más rápido que nunca.

UN FORMATO SIN IDENTIDAD CLARA

Uno de los mayores problemas que arrastra el programa es su falta de definición. Nació con vocación de ser un magacín blanco y transversal, pensado para todos los públicos, pero se ha movido entre lo informativo y lo ligero sin terminar de asentarse en ninguno. ¿Es entretenimiento puro? ¿Es actualidad amable? ¿Es un contenedor para ocupar horas? El resultado, de momento, es un producto que no engancha ni genera conversación.

LA AUDIENCIA, CADA VEZ MAS LEJOS

Mientras en otras cadenas los formatos vespertinos se consolidan gracias a una comunidad fiel, La Familia de la Tele sigue perdiendo fuerza semana tras semana. Las cifras no solo no remontan, sino que en algunos tramos han llegado a ser preocupantemente bajas, lo que ha encendido todas las alarmas en la cadena pública.

La desconexión con el público, especialmente con el target joven, es evidente. Y aunque RTVE ha apostado por una producción propia y por mostrar una televisión más “de casa”, lo cierto es que la fórmula no termina de calar en el espectador de 2025, acostumbrado a contenidos más segmentados y dinámicos.

¿QUÉ FUTURO LE ESPERA?

En el corto plazo, el programa seguirá en antena. La inversión ya está hecha y el compromiso por parte de la cadena también. Pero las decisiones no pueden esperar mucho más: o se redefine el formato de forma profunda o se plantea un reemplazo antes de que termine la temporada. Porque lo que está claro es que la audiencia no perdona la tibieza ni la falta de dirección.

Y en una parrilla cada vez más competitiva, o conectas… o te vas.

(S)TALKEANDO