CARMEN BORREGO ROMPE EL SILENCIO CONTRA ALEJANDRA RUBIO: «NOS HA DESPRECIADO A TODOS»

Carmen Borrego se ha quitado la coraza y ha hablado sin anestesia. La entrevista más esperada del verano no ha defraudado: la hija menor de María Teresa Campos ha explotado contra su sobrina Alejandra Rubio, dejando claro que las heridas familiares no solo no han sanado… están más abiertas que nunca.

Y lo ha dicho todo. Con nombre y apellido. Sin rodeos. Y con un tono que ya no disimula la decepción.

“NOS HA DESPRECIADO A TODOS”

Esa frase lo resume todo. Para Borrego, Alejandra no solo ha elegido mal el momento para anunciar su embarazo con Carlo Costanzia, sino que ha dinamitado por completo los puentes con su familia materna.
Según Carmen, la joven colaboradora ha actuado con frialdad, sin tener en cuenta el duelo familiar tras la pérdida de María Teresa y justo cuando la familia aún no ha cerrado heridas.

«Ha despreciado a la familia, y a mí personalmente», confiesa sin filtros, visiblemente afectada, pero firme.

LOS SILENCIOS DUELEN

Uno de los momentos más tensos de la entrevista llega cuando Carmen recuerda cómo se enteró del embarazo: por televisión, como el resto del país. Sin un mensaje previo. Sin una llamada. Ni siquiera un gesto.

«Me enteré como tú», lanza, con ironía amarga. Y lo que podría haber sido un paso hacia la reconciliación, se convirtió en el clavo final de un ataúd emocional que lleva meses cerrándose.

Carmen, que ha defendido a su sobrina en más de una ocasión —incluso cuando ya muchos en la familia habían tirado la toalla—, ahora da un paso atrás y se planta: “Me he callado por miedo, pero ya no más”.

DEL «MIEDO» AL HARTAZGO

Sí, Carmen Borrego ha tenido miedo. Miedo a hablar, a que todo se malinterprete, a agrandar la bola. Pero el silencio se ha convertido en una cárcel, y la paciencia tiene un límite.

Ahora lo deja claro: «Estoy harta de que se nos juzgue a todos menos a ella». El mensaje es para Alejandra, pero también para los que la han puesto en un pedestal mediático sin exigirle el mismo nivel de responsabilidad.

¿EL CLAN CAMPOS ROTO?

Lo que una vez fue una familia mediática unida, ahora es un tablero de ajedrez con fichas enfrentadas. La ausencia de María Teresa pesa, pero la falta de comunicación y los egos han hecho el resto.

Carmen ya no se calla, y aunque no busca venganza, sí exige respeto. Porque según sus palabras, «la familia no se pisa, ni se ignora, ni se instrumentaliza para titulares».