BAILANDO CON LAS ENTRELLAS SE MARCA LA SEMIFINAL MÁS LOCA: DOBLE EXPULSIÓN Y FINALISTAS DEFINIDOS

La semifinal de Bailando con las Estrellas arrancó con esa tensión eléctrica que se nota incluso a través de la pantalla. Las parejas llegaban afiladas, el jurado venía con ganas de apretar y el público ya intuía que algo iba a pasar… pero ni por asomo lo que terminó pasando.

El primer susto llegó con el duelo entre Tania Medina y Nona Sobo. Una de ellas tuvo que despedirse demasiado pronto, dejando el plató en silencio y al jurado más serio que de costumbre. Y cuando parecía que ya habíamos pasado lo peor, ¡zas!, el programa se marcó el plot twist que nadie vio venir: iba a haber una doble expulsión. Sí, doble. Semifinal y drama, juntos de la mano.

EL ÚLTIMO BAILE QUE PUSO LOS NERVIOS POR LAS NUVES

Con la amenaza de ese segundo adiós, a las parejas en peligro no les quedó otra que salir a darlo absolutamente todo en el Último Baile. Fue uno de esos momentos en los que se respira tensión hasta en los planos cortos. La decisión final cayó como un jarro de agua fría y dejó fuera a una concursante que se marchó con elegancia, humor y agradecimientos, demostrando que también se puede brillar en la despedida.

LA FINAL YA TIENE A SUS CUATRO FINALISTAS

Después del caos emocional y de que el jurado rematara la noche con decisión firme, quedaron definidas las cuatro parejas que pelearán por el trofeo. Anabel Pantoja llega en su mejor momento, Jorge González avanza con paso firme, Nona Sobo renace tras sobrevivir a la gala más dura y Nerea Rodríguez mantiene ese aura de favorita silenciosa que puede convertir la final en su noche.

UNA SEMIFINALQ UE TAMBIÉN MOVIÓ AL PÚBLICO

La noche no solo fue intensa sobre la pista: también arrastró a los espectadores, que volvieron a dejar al programa arriba en su franja. El formato demuestra una vez más que cuando mete drama, baile y giro sorpresa en la misma coctelera, funciona como pocos.

Ahora solo queda la gran final, que pinta a gala épica, con sudor, lágrimas, confeti y más de un momentazo inesperado.