AGOSTO EN MADRID: TRES PLANES FOODIES PARA NO ECHAR DE MENOS LA PLAYA

Agosto en Madrid puede sonar a calles vacías, terrazas medio desiertas y el eterno debate de “¿por qué no cerramos y nos vamos todos?”. Pero la verdad es que quedarse en la capital tiene sus perks, sobre todo si tu plan perfecto pasa por comer (y beber) bien. Y este mes, hay tres direcciones que te harán sentir que estás de vacaciones sin salir del asfalto.

JAPÓN SE ENCUENTRA CON EL MEDITERRÁNEO EN KABUKI

Si eres de los que sueña con sushi de nivel pero no quiere coger un avión, Kabuki Madrid es parada obligatoria. Bajo la batuta del chef Alejandro Durán, su carta fusiona lo mejor de la cocina japonesa con toques mediterráneos y latinoamericanos. Aquí el pescado no es un ingrediente más, es el protagonista absoluto: desde un tataki de lubina con mostaza japonesa hasta un nigiri de cigala con grasa de jamón que parece inventado para enamorar. ¿Coctelería? También, y con guiños nipones que van del sake al whisky japonés. Perfecto para una noche en la que quieras impresionar… o simplemente impresionarte tú mismo.

LA SELVA EN MITAD DE LA CIUDAD: PAPÚA COLÓN

Si tu verano ideal incluye palmeras, bichos gigantes (decorativos, tranquilos) y platos con sabor a viaje, Papúa Colón es tu sitio. Situado en plena Plaza de Colón, su interior parece sacado de una expedición tropical: vegetación frondosa, detalles coloniales y hasta una jirafa vigilando la entrada. Su carta mezcla tradición y exotismo con platos como la tortilla vaga de cocochas o el arroz socarrat de gamba roja. Ideal para un almuerzo que se alarga o una cena que pide cóctel tras cóctel.

VISTAS Y CÓCTELES EN EL TECHO DE LA GRAN VÍA

Para los que creen que cualquier bebida sabe mejor con una buena panorámica, Gran Vía 18, el rooftop de WOW Concept, es la excusa perfecta para mirar Madrid desde las alturas. Entre cócteles vibrantes, diseño cuidado y una terraza que pide stories en bucle, es el plan más refrescante para una noche calurosa.

Si este agosto te quedas en Madrid, deja de pensar en lo que te pierdes y empieza a disfrutar lo que tienes. Entre sushi de autor, cenas en la selva y rooftops con vistas, lo único que te faltará será arena en los pies… y sinceramente, no la vas a echar de menos.