ÚLTIMA HORA: EL FUTBOLISTA DIOGO JOTA HA FALLECIDO EN UN ACCIDENTE DE TRÁFICO 11 DÍAS DESPUÉS DE SU BODA

El mundo del fútbol está sumido en la tristeza tras la trágica muerte de Diogo José Teixeira da Silva, conocido como Diogo Jota, delantero del Liverpool. La madrugada del 3 de julio de 2025, Jota falleció en un accidente de tráfico junto a su hermano André en la Autovía A‑52, a la altura de Cernadilla, en Zamora. Según los primeros informes, el Lamborghini en el que viajaban sufrió el reventón de un neumático que provocó su salida de la vía y el posterior incendio del coche. Las llamas arrasaron el vehículo y alcanzaron la vegetación cercana, sin dar opción de supervivencia a ninguno de los ocupantes.

Diogo Jota tenía 28 años y era una de las grandes estrellas del Liverpool, con el que acababa de ganar la Premier League 2024‑25. Su carrera estaba marcada por el talento, la entrega y un instinto goleador que le había permitido brillar tanto en Inglaterra como en la selección portuguesa. Su hermano André, de 25 o 26 años, también era futbolista profesional y jugaba como mediocentro en el Penafiel de Portugal. Ambos compartían una trayectoria vinculada al Oporto y una relación muy estrecha, que los unía dentro y fuera del campo.

Pero el golpe más cruel es el momento en que ocurre la tragedia. Diogo Jota y su pareja de toda la vida, Rute Cardoso, se habían casado el pasado 22 de junio de 2025, apenas once días antes del accidente. Tras más de una década de relación y tres hijos en común, la familia celebraba su boda como un nuevo inicio cargado de felicidad. Hoy, Rute se encuentra destrozada, enfrentándose a la devastación de perder al amor de su vida tan solo unos días después de su compromiso, mientras debe sostenerse por sus hijos. Aunque no ha trascendido ningún comunicado directo de la familia, allegados describen un estado de dolor absoluto e inconsolable.

El impacto ha sacudido al Liverpool, la selección de Portugal y al mundo del fútbol en general. Compañeros, rivales, clubes y aficionados han expresado públicamente su pesar, recordando a Jota como un jugador extraordinario y una persona querida. Las muestras de condolencia se han multiplicado en redes sociales y en los estadios, mientras su figura se convierte ya en parte de la memoria colectiva del fútbol.

Con su muerte, el deporte pierde no solo a un delantero brillante, sino a un hombre joven que tenía toda una vida por delante. Su legado deportivo perdurará en los recuerdos de los aficionados y en las estadísticas que confirman su calidad, pero sobre todo en el hueco imposible de llenar que deja entre quienes más lo amaban. En un momento que debía ser de alegría por su boda reciente, la tragedia se ha impuesto con un golpe devastador para su familia, sus amigos y el fútbol mundial.