Era cuestión de tiempo que el apellido Costanzia, tan ligado a flashes y titulares como a líos judiciales, volviera a ser noticia… y no precisamente por una alfombra roja. Esta vez, el epicentro es una sentencia que sacude los cimientos del clan: Pietro y Rocco Costanzia, hermanos de Carlo, han sido condenados a 12 y 8 años de prisión, respectivamente, por delitos que van desde el tráfico de drogas hasta el uso de armas blancas. Un capítulo digno de thriller napolitano, pero versión castiza.
La historia no tiene desperdicio: peleas, ajustes de cuentas y un machete por medio (sí, un machete real, no es metáfora) que terminó con una pierna casi seccionada. Esto no es una serie de Netflix, pero podría serlo perfectamente. Y en medio de todo este panorama casi cinematográfico, hay una figura que no ha dejado de acaparar atención: Carlo Costanzia.
Carlo, el hermano “bueno” (o al menos el no condenado esta vez), no es ajeno a los escándalos. Ya sabemos que su historial con la justicia tampoco es para sacar pecho, pero él ha intentado lavar su imagen desde que comenzó su relación con Alejandra Rubio. Y es aquí donde el apellido Costanzia se cruza con el universo Campos, porque la nieta de María Teresa, heredera del trono mediático más glamuroso del país, ha apostado por el amor con un chico complicado, sí, pero al que no ha dudado en apoyar.

Su relación ha sido una mezcla entre telenovela y reality sin cámaras: embarazo, convivencia, maternidad y rumores de ruptura casi al mismo ritmo que cambian los algoritmos. Y aunque han intentado mantener las formas y cierta discreción, lo cierto es que el drama familiar de Carlo no se puede esconder debajo de la alfombra. Menos aún cuando tus hermanos terminan condenados por delitos graves que rozan el crimen organizado.
En este contexto, Alejandra ha tenido que hacer malabares entre la imagen pública, la presión familiar y el deseo, bastante comprensible, de mantener a su hijo lejos del foco. Mientras tanto, Carlo asegura querer empezar de cero, pero tiene demasiadas cuentas pendientes con su pasado, y el apellido no ayuda. Ser un Costanzia hoy en día es cargar con una mochila tan pesada como mediática.
El clan está roto, la justicia ha hablado, y la relación entre Carlo y Alejandra es la única trama que todavía no se ha resuelto. ¿Resistirá el amor entre tanto ruido? ¿Veremos al hijo de ambos crecer al margen de esta saga con tintes de culebrón? En Stalkeando seguiremos atentos, porque esta historia está lejos de su último capítulo.
También te puede interesar
-
ESPAÑA NO PARTICIPARÁ EN EUROVISIÓN SI ISRAEL SIGUE EN EL FESTIVAL
-
JAVIER BARDEM LLEVA SU ACTIVISMO A LOS EMMYS: PAÑUELO PALESTINO Y DENUNCIA DEL GENOCIDIO EN GAZA
-
ROSALÍA SE CONVIERTE EN LA NUEVA DIOSA DE CALVIN KLEIN CON SU CAMPAÑA MÁS ATREVIDA
-
LAMINE YAMAL CONFIRMA SU RELACIÓN CON NICKI NICOLE Y ROMPE INTERNET
-
MILLIE BOBBY BROWN Y JAKE BONGIOVI DAN LA BIENVENIDA A SU PRIMERA HIJA: LA FAMILIA CRECE