GRAN VÍA 18 CONVIERTE LA NOCHEBUENA EN UNA EXPERIENCIA GASTRONÓMICA PARA RECORDAR

Hay Nochebuenas que se viven en casa y otras que se quedan grabadas en la memoria. Este año, Gran Vía 18 propone que la del 24 de diciembre se celebre desde las alturas, con Madrid iluminado a los pies y una mesa pensada para disfrutar sin prisas. El restaurante del Grupo Papúa, situado en las dos últimas plantas de WOW Concept, transforma la cena más especial del año en un auténtico acontecimiento gastronómico.

Al mando de la cocina está Jairo Jiménez, que firma un menú de Nochebuena donde la tradición navideña se reinterpreta con técnica, producto y mucha intención. Desde el primer momento, la experiencia invita a relajarse y dejarse llevar: bienvenida cuidada, ambiente cálido y una sucesión de platos que elevan la celebración sin perder ese punto emocional que pide la Navidad.

La propuesta avanza con elaboraciones que juegan con el contraste y la elegancia, combinando sabores reconocibles con giros más actuales. Pescados tratados con precisión, carnes rotundas y maridajes pensados para acompañar cada paso del menú convierten la cena en algo más que una simple sucesión de platos. Aquí todo tiene sentido, ritmo y coherencia, y se nota que la idea es disfrutar y alargar la noche alrededor de la mesa.

El final dulce no se queda atrás y pone el broche perfecto a una sobremesa pensada para brindar, compartir y mirar la ciudad desde otro punto de vista. Porque en Gran Vía 18 la experiencia no solo está en el plato, también en el espacio. Más de mil metros cuadrados de diseño retrofuturista recrean un gran apartamento madrileño, con zonas que invitan tanto a la conversación tranquila como a la celebración animada. El rooftop, con vistas directas a la Gran Vía y a la histórica calle Clavel, termina de redondear una noche que respira Madrid por los cuatro costados.

Con esta propuesta, Gran Vía 18 consigue algo complicado en fechas tan señaladas: transformar una tradición en un recuerdo nuevo. Una Nochebuena sofisticada pero cercana, pensada para quienes quieren celebrar en familia o con amigos sin renunciar a la alta cocina, al buen ambiente y a esa sensación de estar exactamente donde hay que estar cuando el año está a punto de terminar.

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Porque si la Navidad va de compartir momentos especiales, hacerlo desde lo alto de la Gran Vía y alrededor de una gran mesa suena, sinceramente, a plan perfecto.