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LO DE ANITA Y MONTOYA YA HUELE A RUPTURA (Y LO DE ANOCHE FUE DE TRACA)

Lo de Montoya y Anita prometía ser la historia romántica que salvara el honor de Supervivientes 2025. Miraditas, complicidad, momentazos de reality y… boomTodo ha saltado por los aires. Y lo de anoche en plató fue lo más incómodo que hemos visto desde que alguien llamó “amistad especial” a lo que claramente era una telenovela con capítulos extra.

Anita entró dispuesta a contar su verdad y no se guardó nada. Confirmó (con una calma pasivo-agresiva de otro planeta) que sí hubo tema con Montoya en Honduras, pero que a la vuelta todo ha sido distanciamiento, silencios y dramas de esos que ni con terapia de pareja en directo se salvan.

Montoya, por su parte, se limitó a mirar al infinito y a soltar frases vagas con cara de “yo no sé de qué me estás hablando”, lo cual no ayudó mucho a bajar la tensión. El momento fue tan incómodo que hasta en casa se podía cortar con cuchillo de postre.

Y claro, entre lágrimas, indirectas y pullitas que no eran tan sutiles como creían, lo que quedó clarísimo es que la historia entre ellos está más rota que una promesa de final feliz en reality. Lo de “nos llevamos bien pero hay cosas que se tienen que hablar fuera” es el nuevo “aquí no ha pasado nada” con subtítulos de drama.

La guinda la puso Anita soltando que él «cambió muchísimo al volver» y que la persona con la que se encontró en España no era el mismo Montoya de la isla. Vamos, que lo que parecía conexión mágica en las hamacas se quedó en arena mojada.

¿Show innecesario? Sí. ¿Nos lo tragamos con palomitas? También. Porque si algo nos gusta más que una historia de amor en un reality, es ver cómo se descompone en directo con lágrimas, silencios y ese punto bochornito que hace que no puedas dejar de mirar.

¿Reconciliación en plató? No pinta. ¿Más capítulos de este culebrón? Apostamos a que sí.

(S)TALKEANDO