loader image

«MAS VINO JAJAJA»EL VERANO DE NUDE PROJECT SE ESCRIBE CON SOBREMESAS ETERNAS Y VINO QUE NUNCA ACABA

Si el verano tuviera una playlist visual, probablemente arrancaría con un brindis en la terraza de un hotel en Lanzarote, seguiría con un baile improvisado entre amigos que no llevan reloj y terminaría con una siesta bajo el sol, sin remordimientos. Algo así es “Más vino, jajaja”, la nueva colección de Nude Project, que no se limita a lanzar ropa: invoca un estado mental.

Bajo la estética cálida de Slim Aarons, las formas orgánicas de César Manrique y el aura de vacaciones eternas de Omar Sharif, la colección se planta como un homenaje al hedonismo mediterráneo. Aquí no hay lugar para la urgencia. Solo sobremesas largas, brindis que se alargan por puro gusto y looks que invitan a vivir sin filtro.

La colección arranca fuerte con una chaqueta vaquera que parece sacada de una peli noventera rodada frente al mar. Viene en denim oscuro o desgastado, con textura en 3D y detalles como botones con efecto piedra y un logo rosa en miniatura.

También hay sudaderas bordadas a manochaquetas varsity con twist vintage y sets de chándal pensados para fluir: tejidos suaves, tonos cálidos, rayas discretas… Perfectos para los días en los que solo tienes plan de no hacer nada. Y si surge algo, también valen.

Las camisas de lino no podían faltar. Ligeras, con texturas onduladas, en colores como azul cielo o amarillo pastel, se llevan sobre el bañador o cerradas con flores bordadas. La versión más casual llega con la camisa Marbella, que mezcla waffle, bolsillos asimétricos y un botón en contraste. Sencilla, pero con rollo.

En el universo woman, hay un set handcrafted que combina top halter y shorts con tiras de crochet, disponible en vino, azul o amarillo. Una mezcla de coquetería, comodidad y artesanía para bajar a la playa, subir al chiringuito o dejarse llevar.

La guinda del pastel la ponen los complementos: el Cherry Bag en forma de cereza (literal), el Tina Bag de piel suave para las que necesitan espacio, y una shopper en canvas con el grito de guerra: “AMOR DE VERANO”. Completan la fantasía una gorra tapestry, collares con caracolas pintadas a mano y detalles metálicos que te sacan una sonrisa.

En definitiva: “Más vino, jajaja” no es una colección, es una excusa. Para brindar sin motivo, para bailar sin vergüenza, para decir “ya veremos” y, sobre todo, para no tomarse nada tan en serio.

(S)TALKEANDO